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Hipertensión

Fuente principal: MD Perú

La hipertensión es un trastorno de la presión arterial que sufre nuestro cuerpo y que puede afectarnos de múltiples maneras. Se caracteriza por una continua tensión elevada de los vasos sanguíneos que distribuyen la sangre desde nuestro corazón a todo el cuerpo.

De no ser detectado y tratado a tiempo, la hipertensión puede desarrollarse como una enfermedad crónica. Por ello desde MD Perú, queremos que conozcas los síntomas para la detección temprana de hipertensión. Empezaremos por lo más básico…

¿Qué provoca la hipertensión?

Los factores que desembocan en la hipertensión son muy variados:

  • Sobrepeso: cuanto mayor peso, mayor es la necesidad de flujo sanguíneo, esto genera un mayor esfuerzo del corazón y por consiguiente, mayor probabilidad de desarrollar hipertensión.
  • Edad y sexo: A pesar de que la presión aumenta con la edad, se ha identificado que las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión alta luego de los 65 años y, al contrario, se ha identificado una mayor tasa de hipertensión en los hombres desde los 18 a los 64 años. 
  • Antecedentes familiares: como muchas enfermedades, la presión alta suele ser hereditaria, por lo que debemos estar atentos, consultar y hacernos chequeos rutinarios para asegurarnos de no necesitar medidas mayores.
  • Falta de actividad física: La falta frecuencia en la actividad cardíaca, genera un mayor estrechamiento de las arterias y por ello, una mayor carga al corazón. A largo plazo, puede convertirse en un condicionante a la hipertensión.
  • Consumo de tabaco: Fumar y mascar tabaco son dos actividades que de inmediato aumentan la presión arterial pero además, las sustancias químicas del tabaco (como fumador activo o pasivo) generan estrechamiento de las arterias, ayudando a aumentar la hipertensión.
  • Consumo excesivo de sal: La sal nos causa retención de líquidos y a largo plazo, el consumo excesivo aumenta la presión arterial.
  • Consumo excesivo de alcohol: Beber diariamente más de 1 copa en mujeres y más de 2 copas en hombres puede generar mayor desgaste en nuestras arterias, puesto que el alcohol se mete en nuestro flujo sanguíneo y al corazón le cuesta mucho más llevar el oxígeno hacia nuestras extremidades.
  • Falta de potasio: Este mineral ayuda a los músculos a mantener un estado sano a través de la regulación de los líquidos del cuerpo. Idealmente, los hombres deben consumir 3.4 y las mujeres 2.6 gramos al día. Lo que equivale a 5.5 plátanos medianos, 650 gr de papa sancochada o 6 naranjas por día (en mujeres). En general las personas no llegamos a consumirlo de forma natural y, a largo plazo, esto puede afectar en el aumento de la presión arterial.
  • Estrés: atravesar cuadros de estrés aumenta instantáneamente la presión en nuestro flujo sanguíneo. Estos altos niveles de forma repetida pueden aumentar el riesgo de padecer hipertensión. 
  • Embarazo: cuando una mujer atraviesa un embarazo, el corazón debe funcionar en una capacidad superior a la habitual, de no ser controlado, esto puede generar una alta en la hipertensión.
  • Enfermedades y/o trastornos preexistentes: Algunas enfermedades crónicas tienen como síntomas la presión elevada, por ejemplo las enfermedades renales, diabetes o apneas del sueño, entre otros. Siempre consulte con su médico tratante.

¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión?

La presión alta es una afección que en general no se manifiesta hasta estar en niveles preocupantes, por ello es importante hacer mediciones regulares de nuestra tensión a lo largo de nuestro año y por consiguiente, tener un tensiómetro en casa siempre será una  buena opción. Algunos síntomas de la hipertensión son: dolor de cabeza fuerte, náuseas o vómitos, confusión, cambios en la visión y sangrado nasal.

¿Qué riesgos tiene la hipertensión?

La hipertensión no tratada puede llegar a provocar diferentes problemas a lo largo de nuestro cuerpo, ya que, recordemos que la tensión elevada genera mayor gasto de energía por parte de nuestro corazón y puede llegar a estrechar tanto el paso de sangre, hasta el punto es que no sea suficiente para el buen funcionamiento de los órganos. De esta forma, no tratar nuestra hipertensión puede llevarnos a padecer insuficiencia cardíaca, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, aneurismas (pequeñas deformaciones en las paredes de los vasos sanguíneos), problemas en los riñones, síndrome metabólico (desequilibrios hormonales), problemas en la memoria, la comprensión y en casos más graves, demencia.

¿Cómo saber si tengo hipertensión?

Sumado a los síntomas que ya te contamos, la hipertensión puede medirse con TENSIÓMETROS manuales o digitales. Los datos que te arrojará un tensiómetro son dos, la presión sistólica (que es la presión que tiene el corazón en el momento del bombeo) y la presión diastólica (que es la presión que tiene el corazón en los momentos en donde no hay latidos, es decir, en el espacio de tiempo entre un latido y el otro). La presión sistólica siempre será más elevada que la diastólica, pero los valores normales dependen de varios factores. Para identificar si padeces de hipertensión puedes considerar estos valores para adultos como referencia:

  • Adultos: 120 sistólica + 90 diastólica.
  • Adolescentes hasta 15 años: 130 sistólica + 85 diastólica.
  • Escolares hasta los 10 años: 120 sistólica + 80 diastólica.
  • Niños: 115 sistólica + 75 diastólica.
  • Lactantes: 110 sistólica + 70 diastólica.

¿Qué hacer si tengo presión arterial alta?

Si identificas que tu presión es más alta de lo normal, puedes empezar por modificar hábitos de tu día a día para retrasar, evitar o reducir el uso de medicamentos.

Algunos hábitos que te ayudarán a mantener tu presión equilibrada son:

  • Controlar el peso de nuestro cuerpo.
  • Hacer ejercicio regularmente.
  • Llevar una dieta saludable.
  • Reducir el consumo de sodio en tu dieta.
  • Consume menos alimentos procesados.
  • Limita la cantidad de alcohol que consumes.
  • Deja o disminuye el consumo de tabaco.
  • Reduce el consumo de cafeína
  • Busca reducir tu estrés.

Lo importante es que lo hagas de forma gradual, ningún hábito será bien recibido por tu cuerpo si es impuesto como un giro de 360 grados. Procura iniciar con el proceso y mantener los cambios durante los primeros 21 días, luego de eso nuestro cuerpo se acostumbra a cualquier acción repetitiva que dispongamos para él.

No olvides controlar tu presión y estar en constante comunicación con tu médico tratante. No esperes a ir al médico para hacer mediciones de tu presión. Controla, anota y acude con la información necesaria para ayudar al diagnóstico de tu médico o nutricionista.

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